Los consumidores viven inmersos en un mundo lleno de marcas en el que, día a día, deben decidirse por la que mejor les convenga; esto puede determinarse por su precio, calidad, exclusividad y otras características del producto o servicio. Pero también es cierto que el trato de una empresa hacia un cliente establece una diferencia enorme entre una compañía y otra.
¿Volverías a un restaurante económico donde te han tratado mal? Si desde un inicio tu consumidor ve en ti algo más que solo un producto o servicio y sabe que tu trato es sincero y atento, sin duda te dará una ventaja competitiva que las otras empresas en tu giro probablemente han descuidado.
La ventaja competitiva es la capacidad de una empresa de sobreponerse a otra u otras de la misma industria o sector mediante técnicas no necesariamente definidas.